No es nada nuevo utilizar materiales naturales en la construcción, aunque este puede modernizarse. Un ejemplo claro lo tenemos en China y sus andamios de bambú, resistentes y flexibles, que aún hoy son lo único que utilizan para construir rascacielos.
La modernidad ayuda a mejorar las
técnicas y su aplicación, pero la base sigue siendo la misma. Durante siglos se
ha utilizado el junco africano para la construcción de tejados en las casa por
su gran funcionalidad en cuanto a temperaturas.
Su resistencia y características, todas eficaces, la han hecho asentarse hoy día, adaptadas a la mejores que ofrecen las nuevas tecnologías.
Las cubiertas vegetales pueden
ofrecer un valor añadido estético que marque la diferencia. Son seguras y
ofrecen un enfoque visual inesperado, aportando tejados rústicos irrepetibles.
Demandado por hoteles y por locales singulares, es el tejado paradisiaco por
excelencia.